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¿Cómo avanzan los planes para la reactivación del turismo en Santa Marta?

El Rodadero será la playa piloto para la implementación de los protocolos de bioseguridad, una vez se tenga el concepto favorable de la Mesa Técnica distrital.

Indetur avanza con los trabajos para la realización de una APP para regular el ingreso a las playas. Foto: Colprensa

El proceso para la reapertura del turismo de playa en Santa Marta avanza por buen camino. Este sector que agremia a más de 35 mil empleados podría  empezar su actividad una vez pase la curva de contagio, que se espera que sea a finales de agosto o principio de septiembre.

Pero para lograr espacios de esparcimiento y diversión seguros en el marco de la pandemia, la alcaldía de Santa Marta a través del Instituto Distrital de Turismo (Indetur), realizó la instalación de la Mesa Técnica para la Preparación, Alistamiento y Seguimiento Adel Protocolo de Bioseguridad para la Prevención de Transmisión de COVID-19 en playas.

Este organismo creado por la emergencia, tendrá la tarea de diseñar las estrategias para que los sitios turísticos no se conviertan en focos de contagio. Lo componen la Dimar, Policía Metropolitana, Guardacostas, Secretarias de Salud, Seguridad, Gobierno y Planeación Distrital, así como las instituciones ambientales del Distrito,  Ogricc, DADSA y el Parque Nacional Natural Tayrona.

En la primera reunión, estas entidades hicieron importantes aportes para seguir avanzando en la preparación, sensibilización y los diferentes aspectos técnicos que se deben realizar con el fin de que, cuando las condiciones lo permitan, la ciudad esté lista para una reactivación gradual, responsable e inteligente.

Por el lado de Indetur, aún continúan los trabajos para la realización de una APP que regule el registro, control de aforo y registro epidemiológico para el ingreso a las playas.

El Rodadero, será la prueba piloto

La idea que El Rodadero sea escogido como el lugar piloto para esta reapertura, fue visto con buenos ojos por la Promotora Turística de la zona quien presentó unas sugerencias sobre cómo conciben el reinicio del balneario, dado que, se persigue establecer un número máximo de 750 personas a 10 metros una de la otra, en los 6 mil metros de playa.

“Lo anterior implica que la capacidad de carga es reducida y la prestación de servicios turísticos también lo será. Se prohibirán los servicios de contacto personal, porque el objetivo es evitar el contagio, la propagación del COVID-19”, precisó Iván Calderón, presidente de ProRodadero.

El sector hotelero representado en Cotelco, aseguró que las playas deben sufrir un cambio con la reanudación de los servicios, es decir, que “se debe pensar en un nuevo orden que no atente contra el distanciamiento social. Hay que hacer un trabajo de disciplina, esto es un compromiso de todos”, fueron las palabras de Omar García, presidente de la entidad en el Magdalena.

Los operadores turísticos esperan que los contagios bajen y la curva se pueda normalizar para que, aunque de forma atípica, la economía que depende de esta actividad inicie su curación.