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Ya son 37 mil personas damnificadas por las inundaciones en el Magdalena

Aunque los niveles de los ríos empezaron a descender en los 5 municipios se mantiene la alerta, pues, los pronósticos confirman más lluvias en la región.

Ya son 37 mil personas damnificadas por las inundaciones en el Magdalena . Foto: Gobernación del Magdalena

El drama de 9.321 familias por las inundaciones en los municipios de El Retén, Aracataca, Zona Bananera, Fundación y Algarrobo continúa, a la fecha el terreno aún está anegado por lo que se espera que el retorno a sus hogares pueda tardar mucho más tiempo, esto sin contar con que el pronóstico para la Región Caribe sigue siendo de más lluvias.

Por todo el panorama en el Magdalena fue declarada la calamidad pública y la alerta naranja hospitalaria, para atender cualquier demanda de salud en el área afectada. Funcionarios de la gobernación y de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) han hecho presencia en el sitio de la emergencia entregando ayudas.

A la fecha el gobierno departamental ha proporcionado en las zonas de albergues 5 mil mercados, 10 mil colchonetas y frazadas, 10 mil sacos para armar muros de contención, 10 mil equipos de bioprotección contra el COVID-19, así como la puesta en funcionamiento del banco de maquinarias para lograr el drenaje del agua.

Además de los daños en electrodomésticos y enseres, hay una gran pérdida en productos del campo, especialmente en la población de Algarrobo, donde cosechas de maíz, yuca, ajonjolí y frijol quedaron debajo del río Ariguaní, agudizando la crisis económica iniciada con la pandemia.

"Debemos estar en alerta. Nosotros seguimos trabajando para salvaguardar la vida de cada uno de los habitantes de nuestro municipio. La misión es hacer todas las acciones de prevención ante el riesgo y de esta manera controlar una calamidad ", dijo Liceth Prieto, alcaldesa de Algarrobo.

Desde horas de la mañana en Fundación, con presencia del director la UNGRD, Eduardo González Angulo, se efectúa un consejo de gestión del riesgo donde se afianzan las acciones para seguir enfrentando la inundación.