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París busca actualizar el traje masculino al espíritu de su tiempo

Las presentaciones de moda hombre llegaron este domingo a su fin en París, donde el desfile de las firmas Dunhill y Christian Dada evidenció la necesidad de actualizarse.

En la centenaria firma británica Dunhill, cuyas riendas asumió hace ya un año el creativo Mark Weston, la "búsqueda de una nueva elegancia" marcó el ritmo de la colección otoño-invierno 2019/2020.

"Es una línea que propone múltiples mensajes para mí: continuar con los códigos que inicié las últimas temporadas, buscar una nueva elegancia y embellecer prendas que funcionan en la actualidad", dijo Weston al cierre del desfile.

El británico, que antes había trabajado en el equipo masculino de Burberry junto al diseñador Christopher Bailey, no olvida la sangre de la casa que debe su reputación a la sastrería inglesa y a los accesorios de piel para hombre.

Tirando de cuero, pana, "tweed" y otras telas típicamente inglesas, Weston renovó los cortes con chaquetas cruzadas sin cuello ni solapa sobre jerséis de cuello; camisas mao bajo chaquetas de doble botonadura, parkas confeccionadas a base de telas de traje y chaquetas deportivas a cuadros.

El pantalón se llevó ancho, sobre todo en la parte de abajo, aunque un corte lateral consigue un efecto más moderno que las campanas que Weston presentó en sus dos primeras colecciones para Dunhill.

"Es una sastrería más relajada, sobre todo los pantalones, pero creo que es una bonita silueta en las proporciones y en las formas del cuerpo donde hemos jugado con tonos básicos añadiendo también una escala más rica", explicó.

En los colores apenas salió de un azul oscuro casi negro y del marrón, pero sí que se vieron algunos detalles en morados, como una sudadera de piel con cremallera hasta el pecho y un par de abrigos tres cuarto en camel así como trencas impermeables en beige.

El inglés dijo inspirarse en los archivos de la casa en los años ochenta pero también del campo de su país "haciéndolo más contemporáneo". Un toque que se vio especialmente en los sombreros de ala corta y en un estampado que parecía reproducir los dibujos naturales de la madera.

En los zapatos, un clásico modelo en botín sirvió para acompañar los estilismos de la nueva elegancia inglesa.

El otoño-invierno de Christian Dada, fundada en Tokio en 2010 por el diseñador Masanori Morikawa, también se ofreció a los que buscan actualizar el estilismo por excelencia de alfombras rojas, que parece quedarse desfasado para las nuevas generaciones en busca de prendas alternativas, más llamativas pero también elegantes.

El nombre de la marca (Christian por el diseñador Christian Dior, y Dada en honor al movimiento artístico de principios del siglo XX) puede ayudar a comprender el espíritu de sus creaciones, que se mueven entre las siluetas clásicas y las introducciones más excéntricas.

En este caso, junto a una línea de abrigos tres cuartos en colores fluorescentes, los modelos lucieron camisas abotonadas hasta el cuello sobre jerséis de cuello alto, camisas de seda estampada y pantalones de cuero.

Las chaquetas de doble botonadura se llevan en blanco y bastante sueltas así como trencas y gabardinas, en una colección mayoritariamente oscura pero con toques de amarillo lima o púrpura.

Como guinda al cierre de esta Semana de la Moda hombre y como aperitivo para la Alta Costura que abre sus puertas este lunes, la firma sueca Acné regresó además a la pasarela un par de días después de presentar su colección masculina para presentar la de mujer, adelantándose a las presentaciones oficiales del próximo otoño, que tendrán lugar en marzo.

Sobre una elevada pasarela y en una sala completamente blanca, su diseñador, el sueco Jonny Johansson, trató de imaginar cómo chicas jóvenes llevarían los iconos de moda que visten "mujeres más maduras y empoderadas".

"Todo visto desde la distorsión de la perspectiva de una mujer joven, cómo intentarían ver algo más maduro o elegante tratando de hacerlo propio", dijo el creador entre bambalinas.

Retomando algunos de los códigos de los años ochenta, como los drapeados, los colores fluorescentes y los conjuntos de chaqueta corta y pantalón talle alto, Acné retomó los símbolos de la marca con vestidos de lana cortos y chaquetas de piel e introdujo algunas novedades, como estampados barrocos.

Las chaquetas, marcadas en la cintura y cortas, se convirtieron en vestidos junto a un modelo de bota alta similar a las de montaña, que acompañaron también faldas asimétricas plisadas y ajustados vestidos drapeados.

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