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Gobierno cuestionó presencia de representante de ONU y de candidato al Senado en informe de protestas en Bogotá

Según la canciller, al proceder de esa manera, se pone en riesgo la confianza que debe prevalecer en las relaciones entre el Gobierno y la Oficina.

Marta Lucía Ramírez Foto: Colprensa

Bogotá

La vicepresidente- canciller Marta Lucía Ramírez rechazó y cuestionó la presencia de Juliette de Rivero, Representante en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en el evento con motivo del informe publicado ayer sobre las jornadas de protesta del 9 y 10 de septiembre de 2020, en Bogotá, ya que calificó como reprobable las declaraciones de la funcionaria en las que apoya una investigación en la que además participa el candidato al Senado por el Nuevo Liberalismo, Carlos Negret.

Es reprobable esa declaración que surgió en los medios por parte de la señora Julieth de Riveros, casi dándole respaldo a un informe de un consultor privado que por demás está haciendo una campaña política. Las campañas políticas jamás se hacen a costa de descalificar el estado ni la institucionalidad que tenemos”, dijo la alta funcionaria.

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Así mismo, Ramírez aseguró que, “para el Estado es fundamental que la oficina de Derechos Humanos utilice los canales diplomáticos para hacer sus recordaciones, recomendaciones y preocupaciones. Hay una relación institucional y de confianza. Este gobierno rechaza la muerte de cualquier colombiano, se conduele con la pérdida de vidas y sobre todo las que hayan surgido en medio de las protestas, en desarrollo de disturbios, porque son familias que han perdido un ser querido por eso nos duele lo que nuestro país hoy tiene que reconocer, que en Colombia hay personas que han perdido la vida. Pero también hay un mensaje claro del gobierno que cualquier miembro de la Fuerza Pública que tenga responsabilidad en la violación de los Derechos Humanos tiene que recibir las sanciones”.

Finalmente, la Canciller invitó a que las recomendaciones de hacen mediante los canales diplomáticos, “que presente sus recomendaciones, pero no en un hecho donde prácticamente se estaba haciendo un activismo político que es totalmente ajeno a sus funciones como representante de la Alta Comisionada y ajeno a esa relación institucional que tiene el estado colombiano con el sistema de Naciones Unidas”.