Regiones

Trasladan a la cárcel a abusados sexualmente en estación de policía de Cartagena

El traslado se dio tras la petición que hizo la Defensoría del Pueblo. Cinco de los 10 detenidos ya están en la cárcel de Ternera.

Los hechos se registraron en una estación de Policía que es usada como centro de reclusión transitoria. Crédito: Archivo.

Los hechos se registraron en una estación de Policía que es usada como centro de reclusión transitoria. Crédito: Archivo.

Cinco de los diez hombres que habrían sido víctimas de abuso sexual y tortura en la estación de Policía de Chambacú, a pocos metros del Centro Histórico de Cartagena, ya fueron trasladados a la cárcel San Sebastián de Ternera en el sur de la ciudad.

Ese traslado, según le contó a La W el pariente de una de las víctimas, se dio tras la petición que ellos estaban haciendo porque temen que sus familiares, quienes fueron torturados y violados el pasado 30 de agosto, pudieran volver a sufrir algún tipo de ataque.

“A ellos los trasladaros a todos diez, pero devolvieron a cinco. Lo que nos dice el abogado del caso es que es un tema de papeleo y que ahora deben ser traslados a Ternera. Ese traslado se dio con un carro de la Policía, no extrañó que no hubo un funcionario más allá de eso que garantizara o velara por esa seguridad”, explicó Daniel Julio, hermano de uno de los reclusos.

Según detalló, tanto la Defensoría del Pueblo como la defensa jurídica de los hombres abusados, estaban pidiendo ese traslado como una medida de seguridad. Ahora están solicitando que en la cárcel se les pueda garantizar seguridad. “Lo que tememos es que, como se conoció todo, ahora pueda atentar contra sus vidas”, dijo Julio.

El fatídico 30 de agosto

“Un día antes cumplió años una persona que es como cabecilla de un grupo al margen de la ley. Entonces, ingresaron varios garrafones de ron y aguardiente, con drogas también. Ellos estuvieron departiendo toda la noche y el día 30 de agosto, lo que me manifestó él, cuando pude hablar con él, es que siendo las 10:30 de la mañana había un ambiente enrarecido, como si planearan algo, y lo que hicieron fue que trasladaron a las personas que estaban ahí por delitos sexuales y las trasladaron al fondo de las celdas y allá, lamentablemente, abusaron de ellas: les quitaron la ropa, los amarraron con ellas, los amenazaron con punzones, cuchillas. Es algo bastante duro de decir, pero los violaron, les hicieron hacer sexo oral y hubo una persona a la que incluso le metieron por ano un palo de escoba”.

Ese desgarrador relato que hace Daniel tras haber conversado con su familiar es parte de las torturas que vivieron los diez hombres que esperaban en la estación de Chambacú un cupo en alguna cárcel a la cual ser trasladados.

Aunque todo ocurrió el 30 de agosto, la Policía, responsable de que eso no ocurriera, porque son los llamados a garantizar la seguridad de los recluidos en ese puto, mantuvo este caso en secreto hasta esta semana, cuando la Procuraduría anunció que asumiría la investigación para evaluar eventuales sanciones por acción u omisión en este caos.

Daniel sigue su relato: “… los amenazaron, les quitaron todo lo que tenían, a uno que tenía algo de dinero le robaron todo. Ese día, en horas del almuerzo la madre de uno de los internos llegó y como no aparecía su hijo insistió tanto hasta que lo hicieron asomar por una de las rejas, pero lo amenazaron como diez hombres a sus espaldas para que no dijera nada. Me manifestaron ellos que fue muy duro ese momento y que no dijeron nada porque eran más o menos 16 personas muy temidas allá dentro”.

Ese silencio, ante lo que Daniel califica como un secuestro, se rompió la tarde de ese mismo día. “Siendo las 5 de la tarde uno de ellos, afortunadamente, tenía audiencia y ahí le manifestó al Fiscal y al Juez lo que estaban viviendo y le ordenaron al comandante en turno que verificara la veracidad de la información y efectivamente corroboraron que estaban siendo torturados, por lo que los trasladaron a una celda más pequeña”.

Al día siguiente, dice Daniel, la Policía intervino el lugar con apoyo del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). “Ellos quisieron ocultar toda esa situación y lo que hicieron fue botarles todas la cosas a todos los reclusos: llegaron policía de civil, antimotines. Yo en particular llegué y me intimidaron, me dijeron que me fuera, que no tenía nada que hacer ahí, hasta casi me agreden, entonces yo tuve que retirarme. Esto es muy lamentable. Ellos no están bien psicológicamente. No están bien ellos de ninguna forma ni nosotros, porque tenemos temor, porque sigue la amenaza. No hemos sentido ayuda por parte de la Policía, nos han ayudado es en la Defensoría y la ONU”, concluyó.

La investigación por este caso arrancó en manos de la Justicia Penal Militar y Policía y ahora está en manos también de la Procuraduría que revisa el actuar de la Policía, llamada a garantizar la seguridad de estos reclusos.

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen directo

W Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Señales

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad