¿Qué pasa si se hunden las reformas del Gobierno de Petro? Estas serían las alternativas
Luego del hundimiento de la reforma a la salud, el Gobierno dio a conocer su postura sobre lo que considera podría ocurrir en caso de no aprobarse esta y las otras reformas sociales
El Gobierno Nacional, liderado por el presidente Petro, se jugaba este miércoles 3 de abril la última carta para intentar sacar a flote la reforma social más importante dentro de su programa de propuestas, la de la salud.
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Contrario a cómo ocurrió en la Cámara de Representantes, donde el proyecto logró avanzar sin mayores contratiempos, en la Comisión Séptima del Senado la reforma terminó hundiéndose ante la imposibilidad de frenar la propuesta de archivo de los opositores.
¿Por qué se hundió la reforma a la salud?
La ponencia negativa fue apoyada por 9 de los 14 integrantes de la Comisión, con lo cual el proyecto fue enviado directo al archivo.
Aunque se presentaron algunos puntos en común, que permitieron, entre otras cosas, reconocer algunas de las necesidades y oportunidades del sistema de salud, algunos puntos de la reforma resultaron irreconciliables entre los congresistas.
Entre los apartes de la reforma a la salud que generaron mayores diferencias se encuentra la modificación de la función que ejercerían las EPS, que pasarían a ser Gestoras de Salud y Vida, encargadas de temas netamente administrativos en la gestión de la salud.
De igual manera, entro en discordia la ampliación de las funciones del Sistema General de Seguridad Social en Salud, Adres, encargados de los recursos económicos del sistema, sumándose también el debate por los posibles costos y tiempos de transición al nuevo orden.
¿Qué sigue para la reforma a la salud?
Así las cosas, tras haber prosperado la propuesta de archivo de la reforma, los congresistas afines esperan tener una última estrategia apostando por apelar la decisión.
Según el artículo 166 de la Ley 5 de 1992, si un proyecto es hundido en su totalidad o archivado indefinidamente, “se podrá apelar la decisión ante la Plenaria, que previo informe de una Comisión Accidental, decidirá si acoge o rechaza la apelación. En el primer evento, la Presidencia remitirá el proyecto a otra Comisión Constitucional para que surta el trámite en primer debate, y en el último se procederá a su archivo”.
Cabe destacar que, en caso de no prosperar la apelación y presentar nuevamente la reforma, esta deberá comenzar de nuevo todo el proceso de legislatura en la Cámara y luego el Senado.
En este caso, el Gobierno deberá esperar hasta la apertura del próximo periodo legislativo, el 20 de julio, para presentar el nuevo proyecto.
Está por verse qué tipo de decisiones asumirá el Gobierno ante un nuevo round reformista, si recogerá las inquietudes de los congresistas opositores, como se intentó con la reforma alternativa de Fabián Díaz.
Asimismo, queda en el aire las consecuencias que tendrá para los impulsores de la reforma esta derrota, tomando en cuenta que la reforma a la salud le ha representado a Petro importantes sacrificios a nivel ministerial, como ocurrió con Alejandro Gaviria y Cecilia López, críticos de la propuesta de la exministra Corcho, quien corrió con la misma suerte de sus contradictores.
De igual manera, con las recientes intervenciones realizadas a las dos EPS, el presidente dejó en claro sus intenciones de aplicar, dentro de lo posible, algunos cambios en el sistema de salud, que le permitan hacerle contrapeso a estas entidades para sopesar qué tanto se puede avanzar bajo decreto hacia el modelo propuesto.
También queda en el aire la polémica decisión de señalar una posible asamblea o decisión constituyente (como le ha denominado el mismo Petro), con el objetivo de que sea la ciudadanía quien tome la decisión “sobre ‘lo fundamental’ en Colombia”.
De acuerdo al Departamento Administrativo de la Presidencia, DAPRE, no se quiere cambiar la Constitución de 1991, sino que “un proceso constituyente puede reformar la Constitución o puede agregar los aspectos que la Constitución en su momento no pudo ver por la época en que se hizo”.
“Si se hunden las reformas, se desploman los sistemas”
“Yo he sido claro en varias entrevistas hace varios meses en que el sistema de salud y el sistema pensional no son sostenibles. Si el Congreso no debate, igual se van a caer y en esa medida me adelanto, bajo la ley vigente, a construir las transiciones que merece el país”, dijo el mandatario a comienzos de abril desde San Vicente y las Granadinas.
Esta declaración traduce la narrativa del Gobierno de Gustavo Petro en torno a las reformas sociales, pues en más de una ocasión ha reiterado que estas son necesarias, para fomentar un proceso democrático de concertación que se anteponga al eventual derrumbe de los sistemas de salud y pensiones, los cuales considera insostenibles bajo las condiciones actuales.
“Ahora, nos toca resolverlo, lo que podía ser una concertación, ahora es de golpe, por qué y para qué, cuando lo que tenemos entre manos son vidas humanas”, dijo el mandatario tras el hundimiento de la reforma a la salud.
En ese sentido, los principales representantes del Gobierno en materia reformista se han acogido a la tesis del presidente, teniendo en cuenta que el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, llegó a mencionar la posibilidad de una asamblea constituyente en su última intervención antes del archivo de la reforma a la salud en el Senado.
Un tono similar es el que ha empleado el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, quien criticó la propuesta de archivo ante el reconocimiento de los diferentes sectores políticos sobre la necesidad de una reforma. El ministro aseguró que el Gobierno “insistirá de mil maneras”, asegurando que no cerrara las puertas al diálogo para un nuevo proyecto.