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El poder detrás del poder: el ‘roscograma’ que se tomó la Universidad del Rosario

Varios colegiales que participaron en la elección del rector, Alejandro Cheyne, ahora tienen cargos directivos en la universidad.

El poder detrás del poder: el ‘roscograma’ que se tomó la Universidad del Rosario

Cuando el rector Alejandro Cheyne ganó por primera vez la rectoría en el año 2018, hubo un trabajo articulado con tres colegiales de la facultad de Administración. Se trata de Natali Maldonado, Sebastián Giraldo Luque y Vanesa Cotes.

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Natali Maldonado, como colegial mayor, tuvo un papel estratégico en la elección.

El acuerdo habría sido que uno de los consiliarios se encargaría de garantizar los votos necesarios para Cheyne, y la encargada de lograr los votos de colegiales era Maldonado directamente.

Después de quedar elegido, el rector Alejandro Cheyne se llevó a casi todo su equipo de la Escuela de Administración. Esta sería una de las primeras decisiones que generó choques con el resto de la institución, porque básicamente habría trasladado a un equipo inexperto y que desconocía a la institución a un nivel esencial.

Lo que le dicen exdirectivos de la institución a W Radio es que existe un poder detrás del poder. Su nombre es Claudia Dulce Romero.

Ella es excolegial de la época del exrector Hans Peter Knudsen y en ese momento estaba desempeñándose como secretaria académica de la escuela de administración. Una persona cuya experiencia había estado concentrada en la escuela, y sin ningún tipo de experiencia mayor, llegó a una dirección que crearon específicamente para ella: La Dirección de Proyección Social.

“En ese aspecto, Claudia Dulce se gana su confianza pues, le decía que sí a todas sus ideas, así fueran inviables o inconvenientes. En ese momento, Claudia comienza a acumular poder, le dan una dirección adicional, la de comunicaciones, y actualmente tiene la Dirección de Extensión. Es la única persona del equipo directivo de rectoría, que ha permanecido con Alejandro durante los 6 años que lleva como rector de la universidad. Claudia Dulce es la persona que ha servido para ayudarle a trazar la estrategia para el manejo de los colegiales por su experiencia en el cargo”, señala un exdirectivo de la universidad que diálogo con la W Radio.

En cuanto a los colegiales de administración, Natali Maldonado fue contratada como profesional en la universidad, de manera express, a pesar de los cuestionamientos hechos por muchas personas al respecto. Actualmente tiene la jefatura de Regionalización.

Sebastián Giraldo Luque, fue contratado como director de un programa de la Escuela de Administración, sin ningún tipo de estudio posgradual queda en un cargo que para muchos profesores cuesta más de 10 años de experiencia.

María Alejandra Correa, otra de las colegiales que lo eligió en su primer período es actualmente funcionaria de la Universidad como Líder de Unidad Académica y Ana María Reyes Rozo, también colegial, ahora es profesora de la Escuela de Medicina.

“El trabajo con Alejandro es muy complejo. Él es una persona que, a pesar de contar con un doctorado, tiene un nivel académico muy pobre, que había tenido un antecedente de gestión nefasto como rector de Uniempresarial, y desconoce los aspectos mínimos de normatividad de la educación superior en el país. En las reuniones siempre interviene para evidenciar su ignorancia sobre el tema. Y esto se agrava, pues en el día a día, solo espera de su equipo de trabajo que le den la razón y ejecuten las ideas que él da. Es un jefe, líder no es, que no acepta un no por respuesta, mucho menos escucha argumentos, solo necesita un equipo de trabajo que le diga que sí a todo”, dijo una persona que ocupó un cargo directivo.

Para nadie eran un secreto las constantes invitaciones de Cheyne a su casa en Tominé para los colegiales y sus directivos de confianza. Según cuentan fuentes consultadas por la W Radio, aquel que le dijera que no, salía del llavero automáticamente y era objeto de presión por parte de Claudia Dulce y él.

De izquierda a derecha: el rector Alejandro Cheyne, Sandra Chacón decana de la Escuela de la Administración y Natali Maldonado.

“En ese escenario, el exsíndico Miguel Diago le señaló de manera permanente al rector Alejandro Cheyne la inconveniencia de sus decisiones, y el impacto financiero que tendrían para la Universidad. ¿Cuál fue la postura del rector? declararlo su enemigo, de manera abierta, y hacer lo posible por sacarlo de la Universidad. Así llega Juan Manuel Ospina a la sindicatura, y le da vía libre a las decisiones tomadas por Alejandro Cheyne. Un nuevo personaje que le dice únicamente “sí” al rector, y por eso es de su entera confianza”, señala.

El tema de decisiones del rector, Alejandro Cheyne, se puede ver ejemplificado en la creación de la Facultad de Emprendimiento. Un tema que requería un estudio de mercado a profundidad, y que él, nos dicen, simplemente impuso. En este momento no tiene estudiantes.

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