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Mercenarios colombianos muertos en Ucrania y el drama de sus familias

Sigue La W habló con los familiares de los militares en retiro que viajaron a Ucrania en busca de oportunidades laborales y reclutados como mercenarios, en algunos casos bajo engaños, encontrando infortunadamente la muerte.

Bandera de Ucrania.. EFE/EPA/KATERYNA KLOCHKO

Bandera de Ucrania.. EFE/EPA/KATERYNA KLOCHKO / KATERYNA KLOCHKO (EFE)

Lida Méndez, viuda de José Albeiro Ramírez Díaz, militar (r) muerto en Ucrania el pasado 12 de mayo, señaló que su esposo fue contactado por un excompañero de trabajo en Colombia, quien le explicó que en Ucrania se requería de personas expertas en milicia, los documentos que se requerían y demás detalles.

“Él lo que me decía es que llegaban allá y realizaban un trámite para incorporarse al ejército de Ucrania. Lo hizo a un batallón de Ucrania directamente con el Gobierno de allá”, aseguró la esposa del militar.

Añadió que una vez en territorio ucraniano los militares reciben instrucción y que en el caso del grupo de su esposo les aseguraron que iniciaban con una misión de cinco días, donde no se pueden comunicar con sus familias y sin acceso al teléfono móvil.

“Después de eso les dan otros cinco días para que ellos puedan descansar. Llegan a unas casas, descansan ahí y vuelven a salir a las misiones, entonces ellos están incomunicados y no sabemos nada de ellos”, señaló la señora Lida.

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En cuanto a salario dijo desconocer de cuánto era, pero que la decisión de irse a la guerra en Ucrania la tomó ante la falta de oportunidad laboral en Colombia después de haber salido pensionado de las Fuerzas Militares.

“Él no se sentía ubicado, decía que si trabaja en vigilancia no es lo que le gusta hacer. Ellos no salen preparados para enfrentarse a la vida civil. Él perteneció toda la vida al Ejército, 22 años, ingresó desde los 18 años”, agregó.

Señaló que decidió apoyar la idea de irse a Ucrania por la situación que estaba viviendo en Colombia, pero que lo más difícil de su vida fue enterarse de la muerte de su esposo.

“Llegó un amigo de mi esposo en Colombia, tocó la puerta, le abrí, él subió y me preguntó por mi esposo. Yo le dije él no está, se encuentra trabajando en Ucrania, entonces en ese momento él me dice ‘lo siento mucho, un cuñado mío acaba de llamarme y me dice que hubo un bombardeo y desafortunadamente él cayó’, no lo podía creer, había hablado con él”, sostuvo la señora Lida.

Frente a los hechos que rodearon la muerte, dijo que su esposo estaba descansado después de una misión de ocho días y que uno de los compañeros con los que José Albeiro Ramírez se encontraba en la casa estaba realizando un vivo de la plataforma TikTok, señal que fue detectada por la inteligencia militar rusa que ubicó las coordenadas de la vivienda y procedieron a bombardear.

Luego de la muerte de su esposo inició todo un viacrucis, tratando de saber cómo poder hacer la repatriación de los restos mortales de su esposo, contando sólo con el apoyo del consulado de Varsovia en Polonia. Aseguró que el Gobierno de Colombia ni tampoco el de Ucrania le han brindado ayuda y por tal motivo pide que le colaboren para tener de regreso el cuerpo sin vida de su esposo.

Nohora Elena Gamboa, esposa del militar (r) Germán Avila Jaramillo y quien murió en Ucrania, señaló en diálogo con Sigue La W que fue contactado por un grupo de excompañeros militares en retiro en Colombia, quienes a través de mensajes de WhatsApp le hicieron la propuesta.

Indicó que los trámites para viajar a Ucrania y vincularse laboralmente los hizo solo y pudo viajar el pasado 21 enero a dicho país, donde empezó con la inducción por un tiempo de tres semanas, pero que a diferencia del caso anterior pudo tener comunicación continua con su familia.

Tras su llegada fue vinculado laboralmente el pasado 12 de febrero, en buen estado de salud teniendo en cuenta los exámenes médicos. Sin embargo el 25 de marzo sufrió de una trombosis, según le manifestaron.

“Me dicen a través de un sargento colombiano que presta los servicios en esa ciudad, donde empiezan a atenderlo pero el 6 de abril fallece y el mismo sargento se pone en contacto con nosotros hasta el 8 de abril, dentro de esos días previos él permaneció en coma”, señaló doña Nohora.

Agregó que nunca le dieron comunicación del estado de salud y que solo pudo tener noticias cuando había fallecido. Lamentó que supuestamente no haya tenido el apoyo del consulado de Varsovia en Polonia.

Frente a la convocatoria que se hace de militares en retiro señaló que muchos lo hacen por motivación propia y no simplemente por dinero, pues muchos militares se retiran jóvenes y queriendo sentirse útiles se suman a las filas de grupos de mercenarios.

“Es una mala decisión, no saben a qué sitio están llegando y no saben a qué se están enfrentando. Ellos no llegan a una misión sino a meterse a una trinchera a las fronteras a prestar una seguridad y no es así, eso es un combate”, puntualizó la señora Nohora.

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