Así le ha ido al Gobierno Petro en el manejo económico del país en sus primeros dos años
El Gobierno ha logrado sacar adelante dos de sus principales promesas de campaña: la reforma tributaria y pensional. Sin embargo, las sombras que empañan su mandato se centran en incertidumbre, inseguridad y falta de cohesión con los empresarios.
Luces y sombras han surgido en la economía del país en los dos años del Gobierno del primer presidente de izquierda: Gustavo Petro, que aterrizó a dirigir un país en proceso de desaceleración y alta inflación.
Uno de sus primeros logros fue la reducción del déficit del Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles, que sí, tuvo un impacto en el bolsillo de los colombianos porque subió el precio de la gasolina, pero cumplió cerrando ese hueco que desangraba las finanzas del país.
Pero no solo eso, este Gobierno ha cumplido con los pagos de deudas internacionales, ha venido controlando la inflación, se ha movido dentro de la regla fiscal y logró aprobar la reforma pensional, que dará mayores recursos a los más vulnerables.
Todo eso en medio de una desaceleración económica por la que los gremios han insistido en una reactivación.
Pero otra de las reformas que el Gobierno aprobó fue la tributaria, en su primer año anotó uno de sus mayores triunfos en materia económica, pero que ha tenido contratiempos por decisiones de la Corte Constitucional tocando algunas arterias principales de esta reforma como la deducción del impuesto de regalías, que hizo que ese castillo de naipes se quedara sin una de las piezas centrales.
Y esto, sumado al bajo recaudo tributario, hizo que el Gobierno ordenara una reducción del presupuesto de este año, que ha puesto en aprietos la caja de varias entidades y ha hecho que el Gobierno contemple una nueva reforma tributaria para financiar 12 billones de pesos del presupuesto del próximo año.
Sin embargo, esto no ha caído bien en distintos gremios que reclaman mensajes de certidumbre y certeza para la inversión, especialmente en sectores como el de hidrocarburos.
Y la reforma que aún no despega es la laboral, que fue aprobada en su primer debate en junio de este año, pero que todavía causa controversia incluso al interior del Ejecutivo.
Pero también ha habido lunares, como la caída de la inversión, el desplome de la industria y la construcción, la baja ejecución, el deterioro de la seguridad y la falta de consenso con los grupos empresariales.
Asuntos que los dirigentes gremiales piden poner en el centro de la agenda del Ejecutivo de cara a los próximos dos años.