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Ucrania guarda silencio sobre incursión: buscaría llevar a Rusia a una posible negociación

Las autoridades ucranianas evitan hablar sobre los combates en el óblast ruso de Kursk.

Volodimir Zelenski, presidente ucraniano en Washington, Estados Unidos. Foto: Beata Zawrzel/NurPhoto via Getty Images

Volodimir Zelenski, presidente ucraniano en Washington, Estados Unidos. Foto: Beata Zawrzel/NurPhoto via Getty Images / NurPhoto

En una incursión que se considera hasta ahora un intento de desviar a fuerzas rusas de la línea del frente y arrebatar la iniciativa al país invasor, dejando patente su vulnerabilidad ante el ataque por sorpresa.

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Ni el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ni el Estado Mayor del Ejército u otros altos cargos han revelado hasta ahora detalle alguno ni confirmado oficialmente la participación de las fuerzas ucranianas en la incursión.

“Es cosa del Ejército decir quién y qué está pasando allí”, dijo Mijailo Podoliak, asesor del jefe de la Oficina Presidencial, en declaraciones a la televisión, en lo que constituye el primer comentario sobre el tema de un representante del Gobierno.

Ucrania guarda silencio sobre incursión: buscaría obligar a Rusia a una posible negociación

Asustar a Rusia

Podoliak sí que señaló la eficiencia en aumento de las “operaciones militares de Ucrania en la zona de hostilidades” y explicó que ésta podría influir la postura de Rusia ante unas posibles negociaciones.

“A día de hoy tenemos una guerra que gradualmente está avanzando hacia el interior de la Federación Rusa. ¿Les asustará? Sí. ¿Reaccionan a otra cosa que no sea el miedo? No”, afirmó Podoliak.

Solo cuando la guerra no transcurra conforme a los planes rusos y el coste en términos de bajas y pérdidas materiales y de territorio ascienda estará Moscú dispuesta a admitir compromisos, enfatizó.

En estos momentos, la mayor parte de las informaciones sobre la extensión de la operación en curso proceden de fuentes rusas, según advirtió el analista militar Oleksandr Kovalenko.

Sin embargo, declaró a EFE, las fuerzas atacantes han logrado controlar unos 400 kilómetros cuadrados de territorio ruso, casi la mitad de la extensión tomada en Ucrania desde inicios de 2024 en intensos combates por fuerzas rusas numéricamente muy superiores.

Los objetivos

La comprensión de los posibles objetivos de Ucrania en Kursk puede transformarse rápidamente cuando aparezcan más detalles sobre la operación, previno Kovalenko.

Sin embargo, las peculiaridades del relieve de la región de Sudzha apuntan a una elección cuidadosa del teatro de operaciones, que favorece tanto los avances rápidos como la defensa, explicó.

Según Kovalenko, la incursión ya ha obligado a Rusia a transferir reservas de algunas partes del frente en Ucrania, donde Moscú sigue ejerciendo presión en las regiones de Járkov (noreste) y Donetsk (este).

La creación de una “zona sanitaria” bajo control ucraniano también podría convertirse en un factor en unas posibles negociaciones con Rusia.

El ritmo de los avances ucranianos es tan rápido que no se puede excluir un intento de capturar la central nuclear de Kursk para canjearla por territorios ucranianos ocupados, señaló.

Golpe psicológico

“En la guerra no importan solo los hechos sobre el terreno, sino también la percepción que hay de ellos, lo que la convierte en una batalla de nervios”, dijo a EFE Oleksí Mélnik, del centro de estudios Razumkov.

Si uno de los objetivos es asestar un golpe psicológico a Rusia, la incursión ya ha tenido éxito a juzgar por el revuelo en los medios rusos y la poco convincente reacción del presidente, Vladímir Putin, piensa Mélnik.

Al capturar territorio ruso a casi dos años y medio del inicio de la invasión, Ucrania también demuestra que los miedos de sus aliados ante una posible respuesta de Moscú, que les han llevado a limitar su apoyo a Kiev, son exagerados, argumentó por su parte en sus redes sociales el presidente de la Escuela de Ciencias Económicas de Kiev, Timofí Milovánov.

Eficiencia

Algunas voces en Ucrania han puesto en duda la oportunidad de emplear los escasos recursos militares en Kursk, en lugar de reforzar a las tropas exhaustas y en inferioridad numérica en el este, en especial cerca de Toretsk y Pokrovsk.

Sin embargo, también abundan las reacciones positivas.

“Bravo por todos los que lo planearon. Se emplearon los principios de la guerra: sorpresa, carácter masivo, unidad de mando, ofensiva, iniciativa, logística”, comentó en X Bogdán Krotévich, un mando de la Brigada “Azov” que recientemente había criticado públicamente la contraofensiva veraniega del año pasado.

Unas fuerzas limitadas han conseguido en Kursk mucho más de lo que podrían haber logrado en Pokrovsk o Toretsk, donde hay 80.000 efectivos rusos, coincide Kovalenko.

“¿Dónde tiene más sentido contraatacar? ¿Donde Rusia tiene una ventaja total o donde es más vulnerable?” preguntó.

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