¡Adiós Misi! En su escenario, una de las precursoras del teatro musical del país nos dejó

Cuando se disponía a despedirse de los asistentes que la acompañaban la noche del 23 de noviembre, en su función de "30 años de Navidad", en el Teatro Colsubsidio, María Isabel se desplomó. Cayó en el lugar donde siempre "hubiera querido morir", asegura con voz entre cortada la reconocida actriz colombiana, María Angélica Mallarino.

La actriz recordó, que en una ocasión, cuando apenas estaban construyendo sus sueños, Misi le aseguró "en Cartagena, en un desayuno, que iba hacer algo muy grande para niños, pero que iba a morir muy joven y de manera abrupta"; para Mallarino esas palabras solo cobraron valor, después de enterarse que su amiga falleció a los 61 años, sin ninguna enfermedad y de repente. 

María Isabel fue la Fundadora y motor de Misi Producciones. Foto: Colprensa.

Después de agradecerle al público por acompañarla en el éxito del estreno de la obra '30 años de Navidad', ella llamó a los miembros de su compañía que estaban detrás de escena y de un momento a otro se desplomó, se golpeó contra el suelo y quedó tendida.

Ella hizo todo lo que quería, ella cumplió cada uno de sus sueños e hizo posible lo que se consideraba imposible en el país; siempre estaba preocupada por estar rodeada por los mejores, porque quería entregarle al público lo mejor, así lo resalta el actor Mario Ruiz, amigo y compañero de María Isabel. 

Misi siempre le apuntaba a la excelencia y es por eso su legado debe continuar; aunque deja un vacío muy grande, como ella siempre lo resaltaba, el acto debe continuar, con tristeza lo recuerda Ruiz. 

María Isabel era la encargada de componer las obras originales de la compañía y dirigía la parte musical. Foto: Colprensa.

El locutor musical Manolo Bellon aseguró que lo que hizo María Isabel Murillo para profesionalizar el teatro musical en Colombia debe continuar. El sueño no puede parar. 

Bellon, además crítico la manera de cómo le brindaron los primeros auxilios a Misi en el Teatro Colsubsidio. Para él es injustificable que pasaran entre 30 y 40 minutos antes de que Murillo fuera conducida en un vehículo particular a la clínica Méderi que está a cinco minutos del teatro.