Shell deberá reducir a la mitad sus emisiones de gases contaminantes para 2030

El pasado miércoles 26 de mayo, el Tribunal de La Haya, en Países Bajos, dictaminó que Royal Dutch Shell debía reducir sus emisiones de gases contaminantes en un 45% y también le otorgó un estatus de responsable de sus propias emisiones de CO2 y de las de sus proveedores.

El veredicto expresa que existe una “amenaza de violación de los derechos humanos” en cuanto al derecho a la vida y sostiene que la corporación tiene que cumplir con lo establecido en el fallo “inmediatamente” porque su política climática “no es lo suficientemente concreta”.

Una de las organizaciones ambientales que lograron este histórico fallo fue Amigos de la Tierra Países Bajos. La Hora del Regreso habló sobre este fallo con Mariana Porras, vocera para Latinoamérica de esta ONG para explicar las implicaciones reales para Shell.

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"Este fallo tiene unas repercusiones también a nivel de DD.HH. Se ha evidenciado que en los lugares donde esta compañía extrae petróleo se han denunciado vulneraciones a la población (…) Uno de los puntos importantes en esta decisión legal es que, además del llamado a la reduccción de emisiones, de no cumplirse, la compañía tendrá sanciones económicas", comentó.

Además, esta organización ambiental argumentó que Shell conocía durante años los daños de la extracción de petróleo, desinformó a la población y continúo perforando y generando combustibles fósiles.