General Paulino Coronado rectifica y señala que sí conoció denuncias de falsos positivos pero no les dio crédito
En una carta a la Sala de Reconocimiento el oficial en retiro e imputado por ejecuciones extrajudiciales en el Catatumbo, señaló luego de las críticas que en un ejercicio de memoria sí recordó que fue alertado.
Ante las críticas que recibió desde sectores de víctimas por haber señalado que no recibió denuncias hasta que estalló el escándalo, el general (r) Paulino Coronado, excomandante de la Brigada 30 del Ejército e imputado por falsos positivos envió una carta a la JEP en la que luego de "un ejercicio de memoria" señaló que sí recibió denuncias pero no las creyó en su momento. / Cortesía: Comisión de la Verdad
Ante las críticas que recibió desde sectores de víctimas por haber señalado que no recibió denuncias hasta que estalló el escándalo, el general (r) Paulino Coronado, excomandante de la Brigada 30 del Ejército e imputado por falsos positivos, envió una carta a la JEP en la que luego de “un ejercicio de memoria” señaló que sí recibió denuncias pero no las creyó en su momento.
“Después de hacer un ejercicio memorístico profundo y respaldarme en versiones de otros asistentes a ese encuentro público, admito que este se convocó para responder a las preocupaciones de campesinos catatumberos por ejecuciones extrajudiciales que unidades adscritas a la Brigada Móvil No. estaban perpetrando en la región”, afirmó Coronado.
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Incluso indicó que a esa reunión convocada por las víctimas en el 2007, incluso llevaron militares heridos para reforzar el “respaldo” de la población civil a la labor del Ejército, ya que en ese momento consideraba que lo que había era una “guerra jurídica”. Eso sí, indicó que aunque no tiene cómo sustentarlo, sí dio traslado de las denuncias al comando de la Segunda División.
“En la Brigada 30 que comandaba las denuncias que se recibieron ese día fueron descalificadas dándole vida a la narrativa de guerra jurídica” indicó.
Finalmente señaló que si en ese momento hubiesen dio proactivos, y hubiesen dado desde el estado la importancia a las denuncias, se hubiese evitado la tragedia de los llamados “jóvenes de Soacha” que precisamente fueron “reclutados” bajo engaño, para bajar la presión del homicidio de pobladores locales del Catatumbo.
