Ariel Ávila y su estudio sobre el conflicto en Colombia por medio de la literatura

El senador Ariel Ávila indicó que presentaría de tres formas su nuevo libro El mapa criminal en Colombia. En primer lugar, es el análisis de cómo quedó el país en materia de criminalidad después del Acuerdo de Paz con la ex guerrilla de las Farc.

Lo segundo, es que es el cierre del ciclo de violencia política y la apertura de un nuevo ciclo de violencia en Colombia o lo tercero, “es el libro que describe las 52 organizaciones criminales que operan en Colombia y los retos de la Paz Total”.

Tal como explicó el senador, Colombia tiene un poco más de 210 años de vida republicana, más o menos 160 años viviendo guerras nacionales y regionales, “siempre Colombia ha tenido ciclos de violencia, el siglo XIX, el siglo XX y ahora, no es nuevo”.

De acuerdo con Ávila, lo que el libro contempla es que el último ciclo de violencia que duró 70 años, arrancó más o menos en 1950 y sigue presente, y “el último vestigio de este ciclo es la guerrilla del ELN, que es el ciclo de la violencia política, este último ciclo se esté cerrando”.

Además, indicó que el libro cuenta que hay otro tipo de organizaciones aparte del ELN que operan en Colombia, “ahí es donde se concluye que se abre un nuevo ciclo de violencia que, ya no es violencia política sino violencia criminal, como por ejemplo lo que hace el Clan del Golfo”.

“Estamos cerrando un ciclo y abriendo otro, por eso, hay que entender que no es solo hacer un proceso de paz con el ELN, sino que toca hacer procesos de sometimiento a la justicia o sino no se hará nada” expresó el senador.

Según datos presentados por Ávila, el ELN representa cerca del 12 o 13% de las acciones criminales en Colombia, mientras que las otras organizaciones representan el 60%.

El analista político también resaltó que “siempre que se da un proceso de paz, en todo el mundo no solo en Colombia, hay disidencias, “de los paramilitares el 22% fue disidente, en el caso de las Farc fue el 15%, entonces lo que uno dice es que es esperable que eso pase porque así son los posconflictos”.

Para Ávila, cuando esas disidencias se arman tiene dos caminos: formar una nueva guerrilla o que se empiecen a caer los mandos y se de proceso de degradación, “este segundo camino es muy violento pero ya no es una guerrilla, es una amenaza del estado”, dijo el analista.

Este libro concluye en que estas disidencias no lograron armar una nueva guerrilla y por esta razón, se deberían tratar con sometimiento a la justicia porque con las Farc ya se hizo una negociación.