90% de los comerciantes en Bogotá cree que inseguridad ha crecido
Entre los tipos de delitos más frecuentes, el ‘raponazo’ lidera con un 29%, seguido del robo a establecimientos comerciales (25%), robo a mano armada en la calle (22%), cosquilleo (19%) y extorsión (5%).
90% de los comerciantes en Bogotá cree que inseguridad ha crecido. Imagen de referencia de robos | Getty Images / Paul Bradbury
Fenalco Bogotá ha publicado una nueva encuesta sobre la percepción de seguridad entre los empresarios de la ciudad, cuatro meses después de una evaluación previa.
Los resultados muestran que la inseguridad sigue siendo una preocupación significativa para los comerciantes. El 90% de los encuestados opina que la seguridad ha empeorado desde abril, el 68% no se siente seguro en su lugar de trabajo y el 54% tampoco se siente seguro en su lugar de residencia.
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Además, el 36% de los empresarios reveló haber sido víctima de un delito entre abril y agosto, una cifra que ha aumentado en 5 puntos porcentuales con respecto a la encuesta anterior. Entre los tipos de delitos más frecuentes, el ‘raponazo’ lidera con un 29%, seguido del robo a establecimientos comerciales (25%), robo a mano armada en la calle (22%), cosquilleo (19%) y extorsión (5%).
Los artículos más robados son celulares, dinero y productos del establecimiento comercial, siendo las localidades más afectadas Chapinero, Suba, Los Mártires, Engativá, Tunjuelito y Usaquén.
Una observación particularmente preocupante es la disminución en las tasas de denuncias. En abril, el 54% de las víctimas había denunciado el delito, pero esta cifra disminuyó al 38% en la última encuesta. Juan Esteban Orrego, director de Fenalco Bogotá Cundinamarca, señaló que este es un indicador de la falta de confianza en el sistema judicial y lo calificó como “gravísimo”.
En lo que respecta a las medidas de seguridad, el 92% de los encuestados declaró tener algún sistema de monitoreo, con cámaras de seguridad y alarmas como los más comunes.
Los empresarios han expresado a Fenalco la necesidad de incrementar las medidas de protección, incluyendo el patrullaje conjunto entre el Ejército y la Policía y la autorización del porte de armas con salvoconducto. Estas medidas se consideran necesarias debido a que los delincuentes suelen estar armados, mientras que las víctimas en general no lo están.
