Risaralda se convirtió en el epicentro de una problemática creciente en Colombia:<b> la trata de personas. Según un reciente informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM),</b> el departamento lidera el porcentaje de víctimas reportadas por este delito en todo el país con cifras que superan ampliamente la media de otras regiones.<b>Con 191 personas indiciadas por trata de personas, </b>este departamento muestra una alarmante tasa de incidencia, lo que ha encendido las alertas de organizaciones de derechos humanos y autoridades locales.<b>A nivel país, se han registrado 2.961 personas indiciadas por este crimen.</b> El municipio de Pereira, capital del departamento, es el que concentra la mayor cantidad de indiciados, <b>con 90 casos reportados, seguido por La Virginia con 49, y Dosquebradas con nueve.</b>Además, <b>17 personas cumplen condena en Pereira por este delito, mientras que otros 37 casos permanecen inactivos. </b>El fenómeno de la trata de personas afecta principalmente a mujeres jóvenes, que, bajo promesas de empleo o mejores condiciones de vida, terminan siendo víctimas de explotación sexual y laboral.Entre 2008 y 2023, <b>la OIM reportó que 1.756 colombianos fueron víctimas de trata de personas. De estos, 105 son del departamento de Risaralda</b>, lo que coloca a la región como la más afectada proporcionalmente, con <b>una víctima por cada 9.523 habitantes.</b>En comparación, Antioquia reportó 222 víctimas <b>(una por cada 12.195 habitantes)</b>, y Bogotá 179 víctimas <b>(una por cada 44.692 habitantes)</b>. Esta disparidad en los números refleja una tendencia alarmante en Risaralda, donde el porcentaje de víctimas por cada 100.000 habitantes es considerablemente más alto que en otras regiones del país.Marisol Zuluaga, directora de la Veeduría Departamental de Violencia contra la Mujer, <b>manifestó su profunda preocupación por el incremento de desapariciones de jóvenes mujeres en Risaralda,</b> especialmente entre septiembre y octubre de este año, cuando se reportaron 26 casos.La veedora señaló que muchos de estas desapariciones podrían estar vinculadas a redes de trata de personas, aunque muchas víctimas no denuncian por miedo o desconocimiento.