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David Racero pide negar “muerte política” promovida en su contra: “No he cometido acto ilegal”

El demandante, por su parte, aseguró que las conductas de tráfico de influencias sí se probaron. Estos son los detalles de la audiencia.

David Racero. Foto: (Colprensa - John Paz)

En una audiencia de pérdida de investidura que tuvo una duración cercana a los 40 minutos, el representante David Racero negó haber incurrido en tráfico de influencias por puestos en el SENA, y pidió que no se le decrete la “muerte política”.

Racero es investigado por presuntamente acordar un trasteo de puestos en el SENA regional Cesar, en favor de personas que serían cercanas, además de su tío, por medio de chats y llamadas con el director del SENA, Jorge Londoño.

El congresista aseguró que siempre ha sido respetuoso del sistema judicial, y calificó los hechos de la demanda como improcedentes, afirmando que, a su juicio, se trata de meras suposiciones.

De hecho, David Racero afirmó que siempre ha respetado a sus votantes.

“Soy una persona que ha respondido adecuadamente a mis votantes, que he respetado profundamente la legalidad, la constitución y el cargo que ostento“, dijo.

Según el congresista del Pacto Histórico, nunca traicionaría la confianza de sus votantes y afirmó que le preocupaban los calificativos usados por el demandante, vulnerando, según Racero, su debido proceso.

“No he cometido ningún acto ilegal ni irregular, ni mucho menos he cometido alguna falta que pueda adjudicarme con el delito de tráfico de influencias debidamente sustentado” agregó.

El demandante calificó el comportamiento de Racero como indecoroso y pidió su perdida de investidura

Por su parte, el demandante Samuel Ortiz Mancipe consideró que la causal de pérdida de investidura sí está debidamente demostrada en vista de que, en su criterio, las pruebas como chats y llamadas muestran que Racero echó a andar un esquema de contratación usando su influencia como congresista.

Además, señaló que David Racero tendría un “beneficio patrimonial” con esos nombramientos y presionó y convenció a Jorge Londoño.

Para Ortiz Mancipe, resulta “evidente” que el comportamiento de David Racero resultó reprochable porque sus votantes esperaban de él un “comportamiento decoroso” por lo que con estos hechos se “afectó ese principio de representación” y además se vulneraron principios de contratación.