El "milagro" de don Enrique, luego de estar en UCI dos veces y necesitar una ECMO

Desde el 26 de enero todo parecía estar bien para Enrique Hernández, un hombre de 56 años, que comenzó a presentar fiebre alta y tras su desaliento decidió someterse a una prueba de COVID -19 que finalmente, arrojó positivo.

Pasaron los días, y su salud comenzó a complicarse. Los doctores decidieron hospitalizarlo en la clínica Chicamocha, en Bucaramanga, pero, las cosas empeoraron y tuvo que ser intubado y pasar a la UCI de la entidad, el 31 de enero.

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Los días pasaban, y la única respuesta que recibía su hija, María Fernanda Hernández, era que su padre estaba estacionario, que su saturación estaba mal y que debía permanecer boca abajo para que pudiera respirar mejor.

Pasaban las horas, y solo se esperaba en el día una llamada del doctor para saber cómo estaba la salud de don Enrique.

Una llamada causó pánico en la familia cuando los doctores le dijeron a María Fernanda que no había otra opción para salvar su vida que recibir una terapia Ecmo. (para mejorar la respiración en sus pulmones).

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Estas terapias son escasas en Colombia, ya que, por una Ecmo, hay 40 pacientes en espera de ser utilizada.

María Fernanda contó que comenzó a pedirle a cada persona que conocía que oraran por su papá, porque podía morirse esperando una terapia de esas.

Como si fuera un milagro, le salió una vacante para ser atendido en Barranquilla, teniendo en cuenta que escaseaba en el país.

Las oraciones continuaron y mientras ella estaba en el avión para dirigirse a Barranquilla, la llamaron de la clínica Chicamocha a decirle que su papá ya no necesitaba de esa terapia, que de la noche a la mañana tuvo mejoría.

La tormenta y estrés de esta enfermedad comenzó a bajar el 25 de febrero cuando lo sacaron de la UCI, pero, siguió hospitalizado.

Aunque los familiares de Don Enrique pensaban que ya estaba superando esta batalla, en hospitalización comenzó a generar fiebre y hemorragias.

No sabían qué era tras varios exámenes. Luego de 14 días de estar en habitación, tuvieron que subirlo a la UCI , pues, presentó un daño en sus riñones y tuvo que someterse a tratamiento de diálisis.

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Finalmente, logró salir de la clínica Chicamocha luego de estar entre la unidad de cuidados intensivos y hospitalizado luchando por su vida.

Lo más lindo fue cuando llegó a casa, Don Enrique estaba en una camilla  y con globos, aplausos  y de fondo sonaba la canción “Volveremos” de Lucía Gil;  le decían; “bienvenido, bienvenido”.

Fue tan emotivo el momento que las lágrimas de los vecinos de la familia Hernández no paraban de caer en sus caras.

María Fernanda, su hija que vivió todo este proceso de incertidumbre, dijo que en medio del COVID -19 en el cuerpo de su padre, vio milagros, y eso se lo agradece a Diós, a los enfermeros, médicos y amigos, quienes se tomaron su tiempo para orar por la recuperación y salud de su padre.

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Este es uno de muchos casos que viven familias del mundo, esperando que la llamada de los doctores sea positiva con la salud de los pacientes.