Estudiante con depresión denuncia ser víctima de su propia universidad
Fátima Castillo, la estudiante que denunció la situación, contó en Sigue La W la falta de apoyo por parte de la institución.
Estudiante con depresión denuncia ser víctima de su propia universidad / Crispin la valiente
Fátima Castillo, estudiante de medicina de la Universidad El Bosque, denunció en Sigue La W que pese a sufrir de ansiedad y depresión, terminó perdiendo su cupo y condición como estudiante.
Su caso comenzó en el segundo periodo académico del 2021, cuando aseguró que sufría de ansiedad y esa condición limitaba que presentara exámenes y trabajos requeridos para aprobar los créditos que exigía su universidad.
Aunque pidió ayuda y soporte, justamente a su facultad de ciencias de la salud, aseguró que no recibía una respuesta positivo e incluso la solución para la universidad era la pérdida de cupo.
“Parece que ya me quitaron el cupo. Pasado un mes desde que inició el semestre comencé a sentir síntomas de depresión y ansiedad. Estaba preocupada por mi rendimiento, pedí ayuda y el cambio entre virtualidad y presencialidad era difícil de manejar. Solicité tutorías pero nunca lo tuve en mis cuatro semestres, fue una situación desmoralizante”, contó Fátima Castillo.
Lea también en La W:
Su condición llegó a un caso extremo cuando tuvo que pedir atención prioritaria en una clínica y pese a estar medicada en aquella época, desde la universidad solicitaron que presentara los exámenes requeridos.
Sin embargo, la joven estudiante aseguró que no podía responder a las evaluaciones extemporáneas bajo tales condiciones médicas.
La Universidad del Bosque respondió en un comunicado asegurando que no violaron los derechos de la estudiante, pues ella no cumplió con el reglamento.
Además, indicaron que a la la denunciante le habían programado evaluaciones, tutorías, pero no respondió. Sin embargo, Fátima Castillo aseguró que tiene pruebas desmintiendo la situación.
Por su parte, la Universidad El Bosque emitió un comunicado en el que aseguró que “no vulneró los derechos” de Fátima.
“La verdad es que la Universidad acompañó la situación de la señora Castillo y atendió sus peticiones; le brindó su colaboración y le reprogramó evaluaciones, pero la estudiante no las presentó, le ofreció tutorías – aunque ella no asistió a varias –, le respondió sus correos electrónicos y la llamó en múltiples ocasiones, pero ella no respondió”, señalaron.
