Familias indígenas llevan más de una semana viviendo en la intemperie en Uribia

El Ojo no funciona de Contrarreloj se trasladó al departamento de la Guajira, concretamente al municipio de Uribia porque varias familias de una comunidad indígena se encuentran viviendo a la intemperie en la casa de la cultura de esa población desde hace más de una semana.

De acuerdo con sus voceros, denuncian que tuvieron que salir de sus casas por amenazas de otra comunidad producto de un proyecto de energía eólica de las empresas Enel Greenpower y Renovatio, el cual no apoyan, y aún no se les ha garantizado su retorno seguro. Entre los afectados hay niños y ancianos, y de acuerdo con Elva Jusayú, representante de los afectados, se encuentran viviendo en una situación crítica y sin garantía de alimentos.

“Estamos aquí en este momento pasando necesidades, durmiendo en el piso y ellos nada que aparecen por acá (las autoridades), han venido hasta a reuniones aquí cerca a donde nosotros y no son capaces de venir a decirnos algo, ni a darnos la mano nada” señaló Jusayú.

Además, la vocera afirmó que su situación de desplazamiento completa dos meses, porque tuvieron que abandonar sus hogares, según ellos, por los amedrentamientos por oponerse a la utilización de sus tierras para el proyecto de energía eólica.

“Nosotros salimos porque ellos llegaron fuertemente armados con 25 a 30 hombres encapuchados obviamente no los pudimos identificar, pero al señor que es ahora autoridad fraudulenta José Luis Jusayú y otras cinco personas sí los pudimos identificar, nos cayeron allá a tiros y uno de mis hermanos salió gravemente herido y otros dos a quemarropa, que si no salíamos iban a acabar con nosotros” sostuvo.

Contrarreloj buscó respuesta desde la alcaldía municipal de Uribia, la cual por medio del secretario de gobierno René Lindarte afirmó que están buscando convencer a las familias para que se reubiquen, y contradijo que la disputa tenga relación con el proyecto eólico, argumentando que el desplazamiento se produjo por una disputa entre familias. Además indicó que las empresas han optado por no pronunciarse al estar en curso una denuncia en la Fiscalía.

“Bajo el entendido de un conflicto clanil no concordaba la descripción que nosotros estamos teniendo con otro tipo de denuncias que hacían las familias con referencia a las empresas de energía eólica que tenían influencia en la zona donde vivían estas familias” expresó Lindarte.

Las familias sentenciaron que desean regresar a sus hogares pero con garantías de que no van a ser atacados y al contrario protegidos por las autoridades.

Por su parte Enel GreenPower desestimó categóricamente tener algún tipo de vínculo con el desplazamiento de las familias. En un comunicado señalaron que de ninguna manera han “propiciado ningún tipo de conflicto” social entre esas comunidades e indicaron que las autoridades judiciales están al tanto de lo que ha venido ocurriendo y ellos seguirán aportando información que estas requieran.