Internacional

Keiko Fujimori ofrece el apoyo de su partido a la nueva presidenta peruana

La excandidata presidencial y líder del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori, ofreció el respaldo de su movimiento político a Dina Boluarte, nueva presidenta de Perú.

Keiko Fujimori, expresidencial peruana de derecha por el partido Fuerza Popular. / JANINE COSTA

La líder del partido Fuerza Popular y excandidata presidencial Keiko Fujimori ofreció este miércoles a la nueva mandataria de Perú, Dina Boluarte, el “apoyo y respaldo” de su movimiento político, una de las principales fuerzas de oposición en el Parlamento.

Lea en La W

A través de un mensaje en Twitter, Fujimori saludó la juramentación de Boluarte como “primera presidenta del Perú” y deseó que su gestión “se cumpla en respeto a la institucionalidad democrática, separación de poderes y por el desarrollo de nuestro país”.

“Para ello podrá contar con el apoyo y respaldo de Fuerza Popular”, anunció la exlegisladora y ex rival electoral en los últimos comicios presidenciales de Pedro Castillo, destituido del cargo de presidente de la República este miércoles por el Congreso.

Fuerza Popular fue uno de los grupos parlamentarios que promovió, desde el inicio de su gestión, la destitución de Castillo por las denuncias de corrupción que investiga la Fiscalía de la Nación en su contra y después de haber puesto en duda la legalidad de la elección del destituido exmandatario.

Fujimori también expresó su “gratitud y reconocimiento” a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional por “el rol fundamental para salvaguardar la democracia y el orden constitucional”.

“No es momento de ideologías, ni de derechas o izquierdas”, añadió la hija del exmandatario Alberto Fujimori (1990-2000), sentenciado a 25 años de cárcel por abusos a los derechos humanos.

La líder opositora le deseó “éxitos en la conformación de un Gobierno de unidad nacional”.

Tras jurar al cargo ante el Congreso, Boluarte declaró que asume la Presidencia “siendo consciente de la enorme responsabilidad” que le toca y quiso que su “primera invocación, como no podía ser de otra manera, es convocar a la más amplia unidad de todas y todos los peruanos”.

Horas antes, Castillo ordenó disolver temporalmente el Congreso e instaurar un Gobierno de emergencia nacional, el mismo día que el Parlamento tenía previsto debatir una moción de vacancia (destitución) en su contra para apartarlo de la jefatura del Estado.

Sin embargo, la medida no fue respaldada ni por su gabinete y, minutos después, Castillo fue destituido por el Legislativo y detenido por la Policía por infracción a la Constitución.