Crisis humanitaria por lluvias en Chocó: ¿Víctimas de su ubicación geográfica u olvido sistemático?
Israel Conquista y Yeison Guevara hablaron con La W sobre la atención brindada a las personas afectadas en Chocó por las crecientes súbitas, inundaciones, deslizamientos de tierra y colapso de vías terciarias y viviendas rurales.
Emergencia en Chocó: Lluvias y crecientes de ríos han dejado a miles de familias afectadas
Por lo menos dos veces al año el país es testigo de las emergencias por las lluvias en el departamento del Chocó y la crisis humanitaria que estas provocan en las comunidades afectadas.
En la actual ola invernal, el reporte registra a más de 81.100 damnificados, es decir, unas 41.100 familias que ya habían sido víctimas de la ola invernal a principios de este año y a finales del 2024.
Estas emergencias, según pudo corroborar W Radio, también tienen sin clases a más de 569 estudiantes de la Institución Educativa Indígena Santa María de Pangala en el municipio de Litoral del San Juan.
Israel Conquista, rector de esta institución, contó detalles en La W sobre esta situación: “Tenemos más o menos un mes en cese de clases porque es un riesgo recoger a los estudiantes de las comunidades vecinas para traerlos al plantel educativo. Estamos en cierre del calendario escolar, pero las lluvias nos han afectado bastante”.
Las preguntas que surgen en este punto son: ¿Por qué el departamento del Chocó pareciera no salir de esta misma crisis? ¿Qué pasa con esas soluciones de fondo que se han prometido y ya deberían estar mitigando las emergencias?
La W conversó con Yeison Guevara, líder en San José del Palmar, un municipio al que hace décadas se le prometió una carretera en óptimas condiciones para su conexión con Cartago, Valle del Cauca y que, a la fecha, no se ha hecho realidad.
“En días pasados la Gobernación del Chocó y Fonpacífico suscribieron un contrato por 850 millones de pesos que se supone quedó ejecutado, pero en el territorio esto no se vio reflejado en el daño en la vía”, relató Guevara.
Según el líder del municipio, la vía sigue en condiciones adversas hoy en día, “dificultando la salida de productos y de pacientes con enfermedades crónicas, al tiempo que, por la lluvia, todos los días tenemos derrumbes en la vía. Seguimos con la misma necesidad”.
Una situación parecida, en cuanto a las obras incumplidas, es la que viven los habitantes en el corregimiento de Boraudo, Lloró.
Álvaro Maturana, personero de Lloró, relató: “A la gente le toca refugiarse en los techos de sus casas hasta que pasen las crecientes. Hay un contrato firmado con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) para la reubicación de esta comunidad y no se ha dado”.
Por lo anterior, el personero le pidió a la UNGRD que “destrabe esta situación y les brinde a estas personas esas viviendas de interés social para poder dejar atrás esta situación catastrófica que ellos viven con las inundaciones”.
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