Siguen las críticas sobre el regreso a clases: maestros y estudiantes piden garantías

Pese a que desde la Secretaría de Educación de Bogotá aseguran que 51.136 padres de familia están dispuestos a que sus hijos retomen las clases presenciales desde el próximo 15 de febrero, la Mesa de Padres del Distrito afirma que las instituciones se “lavan las manos” con el consentimiento que los padres deben firmar.

Recomendamos:

• Regreso a clases presenciales: ¿Colombia está preparada?
• ¿Qué piensan los niños sobre el regreso a clases presenciales?

Cabe recordar que la alcaldesa anunció que la presencialidad retorna para los colegios privados desde el 8 de febrero y los públicos desde el 15, pero de forma alternada y con un aforo máximo del 35%. Por otra parte, en el caso de las universidades, tanto las públicas y las privadas los horarios de la presencialidad de clases es de 10 am a 4 pm y de 7 pm a 11p.m. con aforo máximo de 35%.

Sin embargo, en los últimos días, la Asociación Distrital de Educadores (ADE), sindicato que agrupa a los profesores oficiales, anunció que no regresarán a las aulas al argumentar que no están dadas las condiciones de bioseguridad adecuadas para que sea una operación efectiva.

Jhon Colorado, representante de la Mesa de Padres de Familia de Bogotá, conversó con W Fin de Semana a propósito de estas denuncias: “Muchos estudiantes conviven con adultos con comorbilidades o mayores. Hoy los protocolos de bioseguridad solo existen en el papel”.

• Lea en La W: Regreso a clases: ¿por qué algunos maestros no volverán a la presencialidad?

W Fin de Semana también contactó a Sara Arango, estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Pontificia Universidad Bolivariana de Medellín, quien estudia en San Andrés.

La joven advierte que en la isla no hay buen servicio de internet, por lo que le resulta imposible recibir clases virtuales por servicio de datos o domiciliario. También asegura que tras el paso del huracán Iota, en noviembre de 2020, la situación de conectividad empeoró.

Cabe señalar que universitarios isleños que estudian en instituciones provenientes de Bogotá, Medellín, Cartagena o Barranquilla, entre otras, se han visto obligados a seguir pagando arriendo en esas ciudades para recibir sus clases. Por su parte, docentes de colegios han asegurado que resulta la red no alcanza y por eso les resulta imposible impartir clases.