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Jóvenes en Boyacá incentivan a otros para que no abandonen el campo

Con estrategias de formación, organización y producción desde las juventudes campesinas se viene trabajando zonas rurales de los municipios.

“Los resultados los esperamos ver, a largo aliento, en unos 20 o 30 años”, dice Edison Fabián Quintana.. Foto: La W

Son 60 jóvenes en diferentes veredas y provincias de Boyacá queriendo convencer a otros de las bondades de ser campesino y buscar progreso en él, Edison Fabian Quintana, médico veterinario y zootecnia de la UPTC y coordinador departamental de juventudes campesina, cuenta que para ello tienen tres estrategias.

La primera tiene que ver con la formación, se basa en potencializar todas las habilidades y destrezas de los jóvenes campesinos para que empiecen a generar sus emprendimientos en el campo.

“Nosotros tenemos escuelas juveniles en las zonas rurales, formando a los muchachos desde el eje económico social y ambiental”, explica al señalar que la segunda estrategia está bajo el pilar de la organización en que todos tengan los objetivos comunes para ir avanzando en el desarrollo rural integral.

La tercera estrategia es fomentar la producción desde todos los sectores entorno a lo rural para que los jóvenes vean atractivo vivir en el campo. “Este se orienta hacia todos los sistemas productivos, no solamente el agropecuario sino también bienes y servicios como el agroturismo”.

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Quintana de 28 años de edad junto a sus otros compañeros reconocen, todo esto es un sueño que requiere de tiempo y acción. “Los resultados los esperamos ver, a largo aliento, en unos 20 o 30 años”.

Reconoce que el éxodo se ha ido incrementado al pasar de los años, y los adultos mayores se están quedando solos en las parcelas, pues la mayoría de jóvenes migran hacía Tunja y Bogotá, por eso trabaja en reforzar identidad, dice Quintana, al cree que la pandemia es una oportunidad para que el joven campesino pueda visualizar el proyecto de vida de una manera más fuerte.

En Boyacá los jóvenes no paran y luchan por la identidad, el arraigo, ese ese sentimiento de amor a su tierra y las oportunidades reales de ser felices en el campo.