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Colombia, Panamá y Estados Unidos buscan alternativas a la migración irregular

En la III Reunión del Mecanismo Tripartito sobre Migración, las tres naciones llegaron a acuerdos significativos para proteger los derechos de los migrantes irregulares.

III Reunión del Mecanismo Tripartito sobre Migración con Colombia, Panamá y Estados Unidos en Cartagena. Foto: Rodrigo Rodríguez Serpa

III Reunión del Mecanismo Tripartito sobre Migración con Colombia, Panamá y Estados Unidos en Cartagena. Foto: Rodrigo Rodríguez Serpa

Luego de la III Reunión del Mecanismo Tripartito sobre Migración, que se llevó a cabo en Cartagena este 26 de agosto, que sirvió como espacio para conversar temas estratégicos que van encaminados a la migración, el canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo; el canciller de Panamá, Javier Martínez-Acha y el secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas llegaron a una serie de compromisos para garantizar una migración regular en las distintas naciones.

El canciller Luis Guillermo Murillo aseguró su, conjuntamente Colombia, Panamá y Estados Unidos, vienen trabajando de manera articulada, para buscar alternativas que respondan a los desafíos de la migración, sobre todo en la región del Darién.

“Aquí abordamos temas de cooperación para el desarrollo y abordamos temas sobre vías regulares y mecanismos de protección en términos de migración y mecanismos bipartitas, fue una reunión muy fructífera”, aseguró.

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De esta manera Murillo insistió en que las relaciones bilaterales y trilaterales, con las partes involucradas en este diálogo están en muy buen momento, por lo que celebró que se hayan compartido algunos puntos comunes que permitan gestionar la migración ordenada, segura y humana.

“Los gobiernos de Panamá, Estados Unidos y Colombia tienen una larga historia de colaboración en los últimos tres años, específicamente esta colaboración ha tenido resultados notables, que incluyen en primer lugar la regulación en el caso colombiano de más de 2.5 millones de migrantes venezolanos”, expresó Murillo.

Insistió además en otros compromisos y puntos en común que, se establecerán oficinas de movilidad segura, para otorgar acceso a vías para los Estados Unidos y otros países para migrantes, del mismo modo aseguró que el país expandirá la regulación para la población venezolana que no se encuentra cubierta bajo el estatuto temporal de protección, se aumentarán los esfuerzos conjuntos para abordar la trata de personas en la región y, por el lado de Panamá, se aumentarán las capacidades para el programa de repatriación, para aquellos que carecen de la base legal, para permanecer en el país vecino.

El objetivo de estos esfuerzos es que, trabajando junto con los Estados Unidos se contribuya a una gestión coordinada de la migración irregular.

Por otra parte, expresó Murillo, que tienen conocimiento y accionarán medidas en contra de las organizaciones criminales trasnacionales, dedicadas a la explotación de migrantes. “Los tres gobiernos reconocen las amenazas que representan las organizaciones criminales trasnacionales que se lucran de la explotación de los migrantes, en tal sentido, reafirma su compromiso para identificar distintos mecanismos que permitan desmantelar estas redes y llevar a estos criminales ante la justicia. Asimismo, se comprometen los tres gobiernos a mejorar el intercambio de información”.

Algo que de manera muy acertada conocen estas naciones dialogantes es el génesis de la migración que transita por la frontera entre Colombia y Panamá, que ya tiene un alcance global e involucra a las poblaciones de más de 90 nacionalidades, que ingresaron a la región por terceros países. La petición es clara y tiene que ver con el fomento del diálogo con estos terceros países de la región, que permitan aumentar alternativas seguras, ordenadas y humanas, que reduzcan la migración irregular.

Es de precisar, el objetivo de esta reunión que adoptó el compromiso de instruir a las autoridades competentes en materia migratoria, de manera que puedan realizar una reunión técnica en un plazo no mayor a 90 días, con el objetivo de estrechar estrategias para garantizar la migración regular, con resultados que respeten los derechos humanos.

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