En el Bajo Calima, la Navidad llegó temprano gracias a Soluciones W
Desde Bogotá hasta el Bajo Calima, la solidaridad llegó en forma de juguetes, sonrisas y esperanza para 1.200 niños que hoy vivieron una Navidad diferente gracias a Pepe Ganga y la Armada Nacional.
En el Bajo Calima, Navidad llegó temprano gracias a Soluciones W. Foto: W Radio
El viaje fue largo. No solo en kilómetros, sino en intención. Desde Bogotá, los juguetes recorrieron carreteras y selva hasta llegar al Bajo Calima, un territorio del Pacífico colombiano donde la infancia suele crecer en medio de silencios impuestos, miedos heredados y rutinas marcadas por la incertidumbre. Esta vez, sin embargo, lo que llegó primero fue otra cosa: color, juego y la posibilidad de imaginar.
Uno a uno, los niños fueron recibiendo sus regalos. Muñecas, muñecos, juegos para armar y para inventar historias nuevas. Algunos los abrían con cuidado, otros los apretaban contra el pecho sin soltarlos. Había sonrisas tímidas, gritos espontáneos y una emoción difícil de explicar. Para muchos, era la primera vez que recibían un regalo de Navidad.
La jornada fue posible gracias a la solidaridad de Pepe Ganga, que donó los 1.200 juguetes, y al trabajo articulado con Soluciones W y la Armada Nacional, que lideró toda la logística y el acompañamiento en cabeza del coronel Ricardo Visbal, comandante de la Segunda Brigada de Infantería de Marina de la Fuerza Naval del Pacífico.
Nada fue improvisado. Desde muy temprano, hombres y mujeres de la Armada garantizaron que cada detalle funcionara: la llegada de los juguetes, la organización de la entrega, el cuidado de la comunidad. Su presencia fue constante y respetuosa, pensada para que ese día los niños solo tuvieran que preocuparse por jugar.
“Lo que queremos es traer una feliz Navidad a los niños del Bajo Calima y contarle a la comunidad que su Armada, en coordinación con la W Radio y con Pepe Ganga, seguirá trabajando por el bienestar de la población y por la protección de ellos”, dijo en los micrófonos de La W el coronel Ricardo Visbal.
El Bajo Calima es un territorio golpeado históricamente por la violencia y el confinamiento. Muchas familias han tenido que aprender a vivir con restricciones que no eligieron. Aun así, la comunidad resiste, se organiza y cuida de los suyos. Para líderes como Sandra, este tipo de gestos tienen un valor que va mucho más allá del objeto entregado.
“Normalmente vivimos una situación de confinamiento donde no somos libres de andar por todo el territorio, pero hoy sacaron esta hermosa alegría y pudimos salir a compartir y a disfrutar”, aseguró Sandra durante la jornada. “A pesar de que somos un territorio marcado por la violencia, hay muchas personas de bien que merecemos vivir en paz y en tranquilidad”, agregó.
Sandra es madre de cinco hijos. Cuatro de ellos recibieron regalo ese día. Uno de los momentos que más la emocionó fue ver a su hija abrazar una muñeca que llevaba tiempo deseando. “Mi niña salió muy contenta porque le tocó un muñeco de los que a ella le gustan, de los Trolls”, contó sonriendo.
Y es que, durante unas horas, el Bajo Calima fue otro. Un lugar donde los niños corrían con sus juguetes nuevos, donde se escuchaban risas por encima de cualquier ruido externo, donde la Navidad no era una promesa lejana sino algo que estaba pasando ahí mismo.
“Estoy emocionada de la Navidad”, dijo una de las niñas, con micrófono en mano. “Gracias por la Navidad”, repitieron varios, casi al unísono, mientras levantaban sus regalos.
La entrega de los juguetes no pretendía borrar la realidad del territorio, pero sí abrir una ventana. Mostrar que existen otros contextos posibles, que hay empresas, medios e instituciones dispuestos a llegar hasta donde parece imposible. Que la infancia del Bajo Calima importa.
Ese día no se habló de cifras ni de balances. Se habló de sonrisas, de ilusión, de la potencia de un gesto sencillo cuando llega al lugar correcto. Y mientras el sol caía sobre el Pacífico, quedaba la certeza de que, al menos por un momento, 1.200 niños pudieron ser solo eso: niños.
En el Bajo Calima, la Navidad llegó temprano gracias a Soluciones W
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