Decretan toque de queda nocturno y ley seca en Barranquilla
La medida regirá durante los próximos dos fines de semana.
Ante el repunte de las cifras de contagiados por COVID y la ocupación de las camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de la ciudad, en Barranquilla se decretó toque de queda nocturno que regirá desde las 11:00 de la noche hasta las 5:00 de la mañana, del 25 al 29 de marzo, y del 31 de marzo al 5 de abril.
Durante esos mismos días, y en los mismos horarios, queda prohibido el expendio y consumo de bebidas alcohólicas y embriagantes en la jurisdicción del Distrito de Barranquilla.
Las personas que incumplan podrán ser multadas hasta por 10.000 salarios mínimos y el cierre del negocio hasta por tres meses dispuestos por el Ministerio de Salud. Además, se procederá a judicializar a quienes fomenten o permitan rumbas o fiestas en sus establecimientos comerciales.
El aforo máximo permitido para reuniones de carácter social, actividades o eventos en inmuebles públicos y privados, como bautizos, matrimonios, celebraciones de cumpleaños, será de hasta 8 personas.
Las procesiones y eventos religiosos masivos con ocasión de la Semana Santa, quedan prohibidos. Los eventos litúrgicos masivos que se convoquen durante la temporada de Semana Santa deberán realizarse, preferiblemente, de forma virtual.
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El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins, manifestó que en los últimos meses se ha vivido un relajamiento en las medidas de autocuidado. “Identificamos con preocupación una falsa percepción de seguridad, derivada de la vacunación, que ha llevado a descuidar las medidas de autocuidado, las mismas que precisamente permitieron antes el control de la pandemia”.
Por su parte, el comandante de la Policía Metropolitana, general Diego Rosero, las personas que desobedezcan las medidas, deben atenerse a lo establecido en la Ley, de manera que la Policía ingresará a los sitios, suspenderá de inmediato la reunión o actividad e impondrá comparendos. El uso del tapabocas es obligatorio. A quienes no lo usen impondremos las multas previstas por el Código de Policía, que en este caso equivalen a un salario mínimo, algo así como un millón de pesos.